¡Hola de nuevo! Es domingo por la noche en vísperas de que comience la semana de los exámenes, pero me ha pillado el toro y me queda aún una entrada para llegar a veinte. Aun a riesgo de que se me acuse de estar tirando demasiado de libros para rellenar este blog, voy a dedicar esta entrada a otra novela relacionada de algún modo con la educación. En este caso se trata de El silbador del viento, de William Nicholson, publicada en 2002. Este libro es el primero de una trilogía de fantasía juvenil , y nos presenta una ciudad, Amaranth, con una estructura social muy particular en la que la posición social, el tipo de trabajo ejercido e incluso la vestimenta dependen directamente de los resultados obtenidos por cada unidad familiar en las numerosas pruebas a las que sus miebros son constantemente sometidos. Con tan solo dos años los niños comienzan a ser examinados, puntuándose su dominio del habla, su habilidad para resolver puzzles... a partir de ese momento entran en un duro sistema
¡Hola a todos! Esta entrada va a estar dedicada a las Comunidades de Aprendizaje. La Junta de Castilla y León las define como "una forma de organizar la escuela que busca la igualdad de resultados" y también como "un proyecto de transformación social y cultura de un centro educativo y de su entorno basada en el aprendizaje dialógico y la participación de la comunidad en el proceso educativo". En este modelo de escuela se busca implicar en el proceso educativo a todos los miembros de la comunidad , destacando la participación de padres y voluntarios, que pueden ser por ejemplo vecinos u otros familiares. El aula se divide en grupos reducidos y heterogéneos con un adulto de referencia en cada grupo. Todos los niños de un mismo grupo realizan la misma actividad, de manera que los niños se ayuden entre sí. El objetivo es fomentar el diálogo en unas condiciones de igualdad. Otro detalle importante es la transmisión de un gran nivel de expectativas a los niños para