Castilla y León tiene la particularidad de ser una comunidad autónoma con una gran extensión territorial y una densidad de población que no solo es muy baja sino que varía mucho entre las distintas capitales de provincia y entre núcleos urbanos grandes y pequeños. El sistema educativo de esta comunidad autónoma se ha desarrollado atendiendo a esta circuntancia y tiene por tanto muchos elementos que lo hacen diferente al de otras comunidades autónomas.
Un aspecto negativo es el no poder ofrecer centros de infantil, primaria y secundaria en todos los municipios al no alcanzarse en muchos de ellos el número mínimo de alumnos. Ya en 1986 se crearon los Colegios Rurales Agrupados (CRA), que consiste en crear un solo colegio para los alumnos de varios pueblos cercanos de manera que los profesores no tengan que desplazarse de un pueblo a otro y el número de alumnos por clase sea más razonable. Hay que tener en cuenta aquí que los centros educativos con pocos alumnos pueden ofrecer una enseñanza más individualizada, lo cual en principio favorece a estos alumnos, pero al mismo tiempo puede rebajar sus habilidades sociales al reducir su contacto con otros niños y adolescentes. Entiendo que es precisamente por este segundo motivo que se crearon los Centros Rurales de Innovación Educativa (CRIE), que ofrecen actividades y convivencias periódicas entre alumnos de diferentes zonas, aunque nunca había oído hablar de ellos y por tanto ignoro qué tal funcionan en la práctica. Por otra parte, el tema de los CRA funciona más o menos bien para primaria, pero ha dado muchos problemas para secundaria y bachillerato, con alumnos en el medio rural recibiendo en ocasiones muchas menos horas de clases que alumnos en medios urbanos por temas de horarios.
Tanto el artículo como la tesis del Dr. Foces Gil hacen hincapié en uno de los puntos fuertes del sistema educativo de Castilla y León: el esfuerzo por lograr el bilingüismo. Castilla y León es una de las comunidades con mayor oferta bilingüe y pionera introduciendo el bilingüismo en infantil.
Otro punto fuerte son las medidas tomadas en relación con la convivencia en las aulas.
De algún modo, todas estas circunstancias y medidas se han traducido en un índice de fracaso escolar menor que la media española, unas medias elevadas en los informes PISA y un Índice de Desarrollo Educativo superior a la media española, lo que parece indicar que el camino seguido es el correcto. El Dr. Foces Gil considera no obstante que el factor determinante que ha marcado la diferencia entre Castilla y León y otras comunidades es en verdad la implicación de las familias y atribuye a estas el mérito de que se alcanzara la alfabetización plena de las mujeres antes que en otras comunidades y que el porcentaje de absentismo escolar sea mucho más bajo que en el resto de España.
Y yo diría que con esto ya es suficiente, que ha quedado una entrada muy larga…
Isolda
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